LA PLAZA DEL RELÓJ

 La que hoy, se denomina plaza del Reloj, recibió otros nombres en función de la época y de la situación política del momento: Plaza Mayor hasta el s. XVI, luego plaza de la Constitución, de la República, de España. Antes de ser plaza no era más con el hoyo de la muralla que rodeaba a la villa y que se llenó para construir los edificios que fueron configurando la plaza que hoy conocemos. Los edificios más emblemáticos son el actual Ayuntamiento, la torre del Reló y la Casa de los Alonsos, que configuran la plaza que hoy conocemos.

LA TORRE

 La torre emplazada en el más alto del recinto amurallado protegía uno de los accesos a la villa. En el cuerpo de la torre dos motivos escultóricos deben destacarse: el blasón que contiene una torre envuelta en llamas recuerda al obispo de Tui Diego Fernández de Torquemada, señor jurisdiccional de la villa que ordena levantar la torre en el séc. XVI y el escudo heráldico de la villa.

CALLE COLÓN

 Dividía en dos sectores a ciudad amurallada. En el comienzo y en el final de esta calle estaban las únicas puertas de acceso a la ciudad. La calle San Marcos perpendicular a la anterior, debe su nombre a un Hospital situado en el solar que hoy ocupa el Juzgado de Paz y que prestaba auxilio a pobres y peregrinos procedentes de Portugal.

El MURO

 En el Muro igual que en la Ireira, quedan los restos de los lienzos de la antigua muralla que defendía la población de los ataques externos. En el extremo de la muralla una atalaya permitía las labores de vigilancia.

El MONASTERIO DE LAS BENEDITINAS

 Fue fundado en el siglo XVI por el párroco de Salcidos Álvaro Ozores, de la casa de Priegue, vinculado a la familiares de los Correa, inaugurado en el 1558. Las monjas abandonarían el convento en 1983 y hoy destinara a un afamado hotel y restaurante. La iglesia, pequeña y deteriorada, se reconstruyó en el XVIII y se dedica ahora al culto parroquial..

MONUMENTO AL MARINERO DESAPARECIDO

 Obra reciente de Magín Picallo en la que el autor rinde homenaje a la mujer marinera quien recibe la trágica noticia de que el mar cobra una vez más su tributo. Desesperada lleva las manos a la cabeza y cuando eleva la farola descubre a sus pies el cuerpo inerte del ser amado.

CALLE MALTESES

 Estrecha calle que va desde lo Varadoiro, lugar donde se secaba el pescado y se recogía el argazo hasta la actual Atalaia. Rúa marinera por excelencia con casas estrechas que se comunicaban directamente con el mar a través de un patio. En el bajo se realizaban las tareas relacionadas con la pesca: preparación de redes, aparatos... El origen del topónimo alud a los marineros que se enrolaban allí donde fueran llamados como jornaleros del mar.

LA ATALAIA

 Reconstruida en el final del paseo marítimo era una antigua fortaleza construida por los portugueses cuando A Guarda, por mor de la guerra de independencia (1640-1668) permaneció por tres años, entre lo 1665 y 1668, en poder del país vecino. Originariamente esta fortificación circular, abovedada y con piezas de artillería, se emplazaba en el dique que cierra el Puerto por el Oeste y comunicaba en la baixamar con tierra firme. En épocas de paz sirvió de faro hasta que en el 1943, contra la opinión popular, fue derribada para permitir la ampliación del dique. Reconstruida a finales del séc. XX alberga el Museo del Mar que además de contenidos etnográficos se distingue por albergar una importante colección malacolóxica.

CASAS INDIANAS

 Son numerosas las viviendas construidas en la segunda mitad del séc. XIX y principios del XX por los emigrantes guardeses a Puerto Rico, República Dominicana y Brasil. Unas se emplazaban en el casco urbano, otras, las villas, en las afueras. Emplean piedra o azulejos que le dan un característico colorido y adoptan las estructuras propias del país americano. Unas tenían carácter residencial o se dedicaban a los negocios o la fines sociales como el Colegio San Xosé de las HH. Carmelitas de lana Caridad.

IGLESIA DE STA. MARÍA

 La iglesia parroquial originalmente románica, se amplió en el s. XVI, siendo también obispo de Tui Diego Toquemada. En el interior destacan el retablo de la capilla mayor de estilo borrominesco (séc. XVIII) dedicado a la Asunción de la Virgen María, el Cristo Xacente, obra del escultor local Cándido Sobrino y el Cristo crucificado en el retablo del altar de las ánimas que según la tradición popular es una imagen recuperada del mar donde fuera arrojada por los católicos ingleses en la época de Henrique VIII.